Un deseo que cambió la vida de Josh
En 1988 llegó a los cines Big (Quisiera ser grande), una comedia con tintes fantásticos que marcó a toda una generación. La historia sigue a Josh Baskin, un niño de 12 años que, tras pedir un deseo en una máquina mágica de feria, despierta al día siguiente convertido en un adulto de 30 años (interpretado magistralmente por Tom Hanks).
Lo que comienza como un sueño hecho realidad —tener independencia, trabajar, ganar dinero y ser tratado como adulto— pronto se convierte en una montaña rusa de enredos y aprendizajes.
La magia de Tom Hanks en su salto a la fama
Aunque Quisiera ser grande (Big) tiene una trama simple, el encanto está en la actuación de Hanks. Su habilidad para reflejar la ingenuidad y el asombro de un niño atrapado en un cuerpo adulto le valió una nominación al Óscar, y lo consolidó como una de las estrellas más queridas de Hollywood.
¿Quién no recuerda la icónica escena del piano gigante en la tienda FAO Schwarz? Esa secuencia no solo quedó en la memoria del público, sino que se convirtió en parte de la cultura pop.
Humor, ternura y reflexión
Más allá de la comedia, la película toca un tema universal: el deseo de crecer rápido y la nostalgia por la niñez. Big (Quisiera ser grande) nos recuerda lo valioso que es disfrutar cada etapa de la vida, sin querer saltarnos momentos que jamás volverán.
El humor surge de la ingenuidad de Josh enfrentando el mundo adulto: desde su primer trabajo en una juguetera hasta su confusión con las relaciones románticas. Ese choque entre inocencia y responsabilidades es lo que mantiene fresca a la película más de 30 años después.
Una cinta que trasciende generaciones
Lo interesante de Quisiera ser grande (Big) es que no importa cuántas veces la veas, siempre conecta. Para los adultos, es un viaje de nostalgia a los 80 y una reflexión sobre la infancia perdida. Para los jóvenes, sigue siendo una historia divertida y emotiva que enseña a valorar la niñez.
¿Por qué deberías verla hoy?
Porque no solo es una comedia divertida, sino un clásico que combina humor, ternura y fantasía de manera equilibrada. Si buscas una película que te haga sonreír, emocionarte y recordar la importancia de ser niño, Big (Quisiera ser grande) es una opción imperdible.